La vivienda que elijas depende de la ciudad en la que habites, tu estilo de vida, los miembros de la familia (presentes y futuros), de tu presupuesto, y del tiempo y dinero que estés dispuesto a invertir en su mantenimiento. Tarea nada fácil.
Una casa suele ser más costosa de mantener, pero si aprecias tu privacidad y buscas mayor espacio, es tu mejor opción.
En condominio, sea departamento o casa, es menos privado, pero te da la comodidad de que se dividen los gastos de mantenimiento, organización y vigilancia.
Durante la visita
Aprovecha para revisar el inmueble meticulosamente. Cuando vas a comprar debes ser más riguroso en este punto que cuando vas a rentar. Observa y evalúa aspectos como:
Espacio de los cuartos y si éstos tienen clóset o baño.
El tamaño de las otras áreas.
Las condiciones de la cocina y los baños, revisa si huelen mal (así te darás cuenta del estado del drenaje).
Si cuenta con estacionamiento, pide que te muestren su ubicación y si es compartido.
Si se trata de condominio, pregunta por su reglamento y otras áreas comunes.
Jardines y los cuidados que requieran.
Verifica que las puertas y ventanas abran y cierren correctamente.
Cerciórate de que las llaves de agua no tengan fugas, o si se corta el agua a alguna hora del día. Revisa la calidad de los acabados y si están en buen estado. Tócalos para ver si se sienten firmes o están frágiles o huecos.
Inspecciona los techos y las paredes, sobre todo en las esquinas. Si presentan manchas oscuras, puede ser por falta de impermeabilización o por fugas en las tuberías.
Enciende y apaga las luces, y déjalas prendidas mientras estés ahí para detectar fallas. También revisa que los enchufes estén en buen estado.
Pregunta por el servicio de gas, si es natural, de tanque estacionario o de cilindro, y verifica que no haya fugas.
Si se trata de una vivienda usada, pregunta por su antigüedad y qué mantenimiento se le ha dado. Es importante saber el motivo por el cual la propiedad se renta o vende.
Cuántas personas han vivido ahí anteriormente y por cuánto tiempo.
Ruido alrededor, vecinos, si se aceptan mascotas, fi estas, etcétera.
Seguridad: quiénes entran y salen con o sin llave (si se trata de un condominio), y si alguno de los habitantes anteriores o vecinos ha sufrido robos o asaltos.
Recolección de basura.
Cualquier duda que surja en ese momento, pregúntala sin pena, pues eres tú quien vivirá ahí.